Wednesday, May 23, 2007

Una frase chula

Vale, igual no era exactamente así, pero así es como se me ha quedado en La Neurona:

"Desaparecerá un buen día, dejando tras de sí planos no de edificación, sino de paradoja"

Trate de decirla en la próxima cena navideña familiar, achispadillo y con la boca semillena de langostinos mientras levanta su copa de sidra el gaitero. Triunfe.


Sacada de este libro.

Elogio de la comedia

Aun a riesgo de ser rechazado por la comunidad cultureta internacional y de no ser guay, tengo que confesarlo: últimamente soy mucho más pro-comedia que pro-drama. ¿Por qué? Pues primero, porque me parece MUCHÍSIMO más difícil. A ver, por una calcomanía de los Snorkels, piense un argumento de dramón capaz de conmover al personal y de ganar muchos premios en Cannes. ¿Ya? Muy bien, pues ahora olvídese de la niñita pobre tullida y abandonada que trata de sacar adelante a sus hermanitos en Bangladesh que ha imaginado, borre la papelera de reciclaje mental e intente pensar en un argumento para una comedia.

Si has visto esta película y no te ha hecho gracia esta escena,amigo,tienes el alma podrida


Difícil, ¿eh? deberían mandar al espacio con la única protección de un tanga de leopardo al tío que inventó la expresión : "la peli es mala, pero te ríes" ¿QUÉ? A ver, si es una COMEDIA y te ríes, pues ole su bolsa escrotal torera, objetivo cumplido, 10000 puntos y a la pantalla de bonus.
Lo fácil es hacer un dramón cogiendo a una persona limitada física y/o mentalmente y ponerla en situaciones chungas, ¿verdad, Lars von Trier? ¿verdad, Babel? Desde aquí hago un llamamiento a todos esos cineastas de fama internacional que leen mi blog (risas enlatadas) a que hagan una de estas dos cosas:
1- Conseguir hacer una comedia con algo que , a priori, no tenga ni puta gracia (véase El Verdugo de Berlanga)
2- Hacer un drama sobre un tipo guapo, inteligente, que ha triunfado en la vida, que disfruta de innumerables horas seguidas de sexo tántrico, rico, sano y con estilo, y sin que pierda ninguna de estas cualidades en toda la película. Venga, Wim Wenders, chulito, juégatela.
(Por cierto, que ahora que lo pienso esta última idea me recuerda un relato de David Foster Wallace que se llama "El mismo neon de siempre" sobre un tío que aparentemente es un triunfador pero que está increíblemente podrido por dentro. Pero David Foster es mucho David Foster.)