Lo mejor es que he leído una cosa suya que me recuerda a una de mis máximas de filosofía-todo-a-un-leuro resacosa: que tu peor enemigo eres tú mismo. pero veamos qué bien lo expresa el simpático japo-teutón:
"El arte de la arquería no es una habilidad atlética, que se llega a dominar más o menos mediante el entrenamiento físico, sino más bien una aptitud que tiene su origen en el ejercicio mental y cuyo objeto consiste en acertar en la diana mentalmente. Por lo tanto, el arquero está básicamente apuntando a sí mismo. De este modo, quizás consiga acertar en la diana: su yo esencial."